miércoles, 2 de mayo de 2012

ADOPTAR A UN ADOLESCENTE ES TODO UN DESAFÍO

Adoptar a un niño pequeño es una decisión difícil, pero adoptar a un adolescente es un desafío aun mayor. Esta es una edad muy complicada donde, por lo general, los padres tienen discusiones y peleas diarias con sus hijos a causa de su rebeldía.

Los jóvenes que han sido abandonado por sus familias o que han sufrido un pasado duro tienen mayores problemas en esta etapa de su vida. No tienen una identidad definida, no confían en nadie, se sienten engañados y no quieren someterse a ninguna regla. Pero se debe comprender que la vida de ellos fue demasiado difícil para su corta edad y estas grietas en el alma solo las puede sellar el amor de un padre y una madre.

Necesitaras tener mucha paciencia para poder adoptar a un adolescente, pero paciencia no significa dar el brazo a torcer ya que necesitas de autoridad para poder guiarlo bien en la vida.

La adolescencia en hijos adoptados suele ser otro momento donde vuelven a surgir muchos temas propios de proceso de adopción. Los hijos adoptivos suelen tener problemas peculiares en la etapa de la adolescencia, que no forman parte de los adolescentes que crecen dentro de sus familias biológicas. 

Las dificultades surgen en torno a cuatro áreas principales: 

1) Conocimiento propio de la adopción

La mayoría cuando llegan a la adolescencia saben que son hijos adoptivos, se enteran de muchas maneras, no sólo si los padres adoptivos se lo han comunicado sino también por otras vías como la partida de nacimiento, matices de conversaciones entre adultos, etc. 

Cuando se enteran por otros medios que no son los padres muchos experimentan resentimiento y enfado hacia los padres adoptivos y sienten que puede ser difícil hablarlo con ellos porque podría ser injusto o desleal hacia ellos. En general, aunque tengan conocimiento de su adopción sólo les gusta hablar dentro del entorno familiar, a menos que se den circunstancias especiales. En cambio, siempre parecen deseosos de mencionar el hecho a la persona con la que piensan convivir. 

2) Búsqueda de identidad

En cuanto a la búsqueda, es con sus padres adoptivos con quien los adolescentes se suelen identifican primordialmente, aunque otros buscan información sobre sus padres biológicos, edad, ocupación, y también el porqué y cómo ellos fueron destinados a la adopción. 

Para buscar su origen fuera de su hogar de adopción es necesario mucho coraje y decisión para llevar a cabo esa investigación por el temor a lo que pudieran averiguar. En la mayoría de los casos, al final de ese proceso el adolescente vive a sus padres adoptivos como sus verdaderos padres. 

Por otro lado, los padres no deben asustarse por ello, ya que si el hijo ha establecido un buen lazo de pertenencia con su familia adoptiva, y la información sobre sus orígenes se ha integrado con normalidad en la historia familiar (según los estudios realizados por Sorosky, 1975; Fuentes y Amorros, 1996): “refuerzan su identidad, resuelven dudas, curan heridas, clarifican preocupaciones genealógicas, sienten completa su historia…”, pero en ningún caso para abandonar a su familia actual o poner en cuestión su actual estilo de vida y planes de futuro. 

3) La actitud de un adolescente con respecto a la adopción.

La actitud de un adolescente con respecto a la adopción tiene mucho que ver con la relación que mantienen con sus padres adoptivos. Los bien adaptados manifestaron una gran devoción y gran interés por sus padres adoptivos. 

Los mal adaptados hay una marcada ambivalencia, de una excesiva devoción a un resentimiento atados por un sentimiento de deber. En los casos en que los padres adoptivos temían que sus hijos adoptivos heredaran pautas de conductas inmorales, inestabilidad, etc. de sus padres biológicos, la desconfianza que es manifestaron condujo a los adolescentes a conducirse exactamente del modo en que ellos temían que lo hicieran. 

4) La actitud de los padres. 

La última consideración es sobre las actitudes de los padres respecto de lo que se le dice al hijo acerca de la adopción. A muchos padres les resulta muy difícil, y esto se debe a sus dudas respecto a su capacidad en cuanto al hecho de ser "buenos o males padres", a sus temores de que los hijos los quieran menos al enterarse de que no son sus hijos biológicos, y al temor de que traten de encontrar a sus “otros padres”. 


Conclusión 

La adolescencia es una etapa difícil en el desarrollo humano, llena de cambios y conflictos para todos los jóvenes, que presenta dificultades añadidas para los menores adoptados. Es un momentos de su vida en que él se pregunta: ¿quién soy yo?, ¿quién quiero ser?, etc. Su experiencia de abandono de los padres biológicos, el desconocimiento en cuanto a sus orígenes o, si pertenece a otro grupo étnico, tener que hacer frente a actitudes y conductas discriminatorias procedentes de su entorno actual, hacen que las cosas sean más difíciles y esta etapa presente unas características especiales. 

Los padres adoptivos se enfrentan a situaciones más complejas y conflictivas que las que afrontan algunos padres biológicos. Por ese motivo tendrán sus altibajos, pero es bueno que acepten sus límites, los suyos y los de sus hijos, ya que no pueden ser super-padres las veinticuatro horas del día.


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